Desde Carrizal hasta Yalí seguimos caminando por la paz

Desde Carrizal hasta Yalí seguimos caminando por la paz

Desde Carrizal hasta Yalí seguimos caminando por la paz

La llegada a Yalí representa más que un traslado físico, es una apuesta colectiva por la vida, la esperanza y la construcción de paz en los territorios.

El pasado 31 de mayo dimos un paso crucial en el proceso de reincorporación, 19 firmantes de paz y nuestras familias salimos del ETCR Carrizal, en Segovia, para comenzar una nueva etapa en el municipio de Yalí en el departamento de Antioquia.

Este traslado no fue solo un cambio geográfico. Fue el resultado de años de resistencia, organización y diálogo. Lo hicimos de manera concertada, con el acompañamiento de instituciones del Estado, organizaciones sociales y la comunidad que nos recibe. Llevamos con nosotros nuestras memorias, nuestras luchas, nuestros aprendizajes y sobre todo, nuestro compromiso intacto con la paz.

Dejamos las armas no para rendirnos, sino para abrazar la vida. Hoy construimos paz con nuestras manos, con memoria en el corazón y con la certeza de que un país distinto sí es posible.`` – Mujer Firmante de paz

Hoy llegamos a un predio que por fin es nuestro. Una tierra colectiva de 333 hectáreas en la vereda El Viento, donde podremos construir nuestras viviendas, sembrar la esperanza y continuar con los proyectos productivos que garanticen nuestra sostenibilidad y arraigo.

Este nuevo territorio, que hemos decidido seguir llamando ETCR Juan Carlos Castañeda en memoria de nuestro compañero, es también una nueva oportunidad para fortalecer el camino de la reconciliación, no solo entre nosotros, sino con los territorios y las comunidades que nos acogen.

Sabemos que no ha sido fácil, en Carrizal enfrentamos riesgos, estigmatización y el olvido institucional. Sin embargo, nunca renunciamos a lo que creíamos, una Colombia en paz, donde quepamos todos y todas con igualdad y justicia social. Por eso, esta llegada a Yalí es también un acto de esperanza colectiva.

Agradecemos a quienes han acompañado el proceso de reincorporación y la implementación del Acuerdo de paz con compromiso y respeto, seguiremos caminando, organizándonos, resistiendo y construyendo, porque la paz no solo la firmamos una vez, la construimos todos los días, con dignidad, con verdad y con comunidad.

Cada paso que damos es una siembra. Caminamos por los y las que ya no están, por nuestras hijas e hijos, por la dignidad de quienes nunca fueron escuchados. La reincorporación no es el final de un proceso, es el principio de un país que aún estamos soñando.`` – Firmante de paz

Este traslado no es un punto final, sino una nueva página en la historia de las y los Firmantes de paz, quienes seguimos creyendo en la paz como camino y destino. Desde Yalí, reafirmamos que nuestra lucha no ha sido en vano y que pese a las adversidades, seguimos firmes en nuestra decisión de transformar el conflicto en convivencia, el olvido en memoria, y la exclusión en comunidad. Aquí seguiremos, construyendo vida digna, con la convicción profunda de que la paz se cultiva todos los días, en la tierra que ahora, por fin, podemos llamar hogar.

¡Aquí seguimos, por la vida y la paz!

Salimos de Carrizal no por debilidad, sino por convicción, porque la paz no tiene dirección única, pero sí propósito firme. Donde lleguemos, llevamos la fuerza de un compromiso que no se negocia, el de no volver a la guerra.`` – Firmante de paz
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